Reescritura del texto

 

La colonia feliz

Todos habían sido llamados al centro del pueblo, el líder de la colonia nos habló desde un podio de madera tallado con la figura de un águila. Nos habló sobre los valores del pueblo, la traición siendo el más importante, él dice que no deberíamos de escapar puesto que seriamos castigados, miré a -

Todos los días veía a los hermanos en la playa, dos pequeños de 12 y 14 años. Siempre los veía solos hasta que un día no regresaron jamás, cómo vivían en la misma comunidad que yo podía verlos cuando salían de casa. Sus padres habían ido de vacaciones, ahora los cuidaba una señora alemana que vivía a unas casas mas allá, la señora Forbes.

Los niños siempre me saludaban, los conozco desde que eran unos bebes, un día mientras saludaba al hermano menor se acercó a mí.

-          -  Hola, ¿Cómo estás? Cada día estás más grande.

-          -  No soporto que esta señora nos cuide, es demasiado gruñona. Me dijo él.

Me extrañé bastante que se quejara, el siempre ha sido un niño amigable o al menos lo ha sido conmigo.

-          - Su comida es horrible y me obliga a que me coma todo, aparte es muy rara. Nunca sonríe, es como si fuera una máquina, sin sentimientos. Algo raro hay en ella.

El niño luego de decir eso se fue, y su hermana lo siguió. He escuchado muchos rumores de ella, dicen que tuvo una mala crianza sin libertad, pasó años en el ejercito donde los tratos hacia ella deben de haber sido crueles, todo lo que queda ahora es una fría y solitaria mujer.

Luego de no haber a los niños durante unos días más, me tope con la hermana mayor, Julia. Seguí a saludarla cómo yo siempre hacía, esta vez ella se acercó a mí.

-          - Vecino, ¿puedo confiarle algo? Es urgente y no tengo a nadie a quién más decirle.

Julia se veía preocupada, nunca la había visto así, al menos nunca antes de la llegada de la señora Forbes a su casa. Solo asentí con la cabeza para esperar a ver que me quería contar.

-          - La relación entre la señora Forbes y mi hermano cada día empeora, cada que algo o sale como mi hermano quiere este le contesta de mala manera a ella, estoy de acuerdo en algunas cosas, siempre ha sido rara con nosotros, tenemos poca libertad sobre las cosas que hacemos. Es como si no tuviéramos vida en esa casa, casi no podemos ir a la playa donde nos gustaba tanto jugar a ambos. Puede sonar loco, pero… Mi hermano está pensando en envenenarla.

En ese momento no creí lo que decía Julia, no era posible que un niño de 12 años lograra hacer algo así, no tenía forma de encontrar algún veneno. Me enfoqué en calmar a Julia y decirle que era imposible que eso pasase, que sus padres ya iban a volver y todo volvería a ser feliz para ellos. La abracé y se despidió de mi para ir a jugar con su hermano.

Una semana después de hablar con ella, Escuché un toque en mi puerta. Tomé mis llaves y la abrí con cuidado, era Julia.

-         -  ¡Vecino! Dijo Julia con una voz temblorosa, toda su cara estaba roja como un tomate mientras salían lagrimas a montones.

- ¡La señora Forbes está muerta, tiene que ayudarnos!

En ese momento me imaginé lo peor. ¿Realmente habrá sido ese niño capaz de asesinarla? Me apresure a ir a casa con Julia, donde vivían junto la señora Forbes. Él hermano menor lloraba junto a la escalera de su hogar. No quise preguntarle nada, suponía que todo esto era obra de él, aunque su llanto me pareció fuera de lugar. 

Abrí la puerta de la casa con cuidado, en frente de la puerta se encuentra la sala de estar, la televisión estaba encendida, reproduciendo un programa de películas estadounidenses. Me asomé por la entrada, y vi una pequeña carta en el suelo, sellada con cera que aparentaba ser de oro. Justo arriba de eso, el cuerpo de la señora Forbes estaba colgado en la lampara del hogar.